jueves, 21 de octubre de 2010

Dinero no da felicidad, pero...

Dinero no da la felicidad, pero... este era el titulo de un artículo de la revista "Proceedings" esta revista es de investigación en la academia de ciencias en E.U., una de las conclusiones a las que llegaban los expertos es que El dinero hace a la Felicidad, pero solo hasta un ingreso anual determinado, se dieron a la tarea de encuestar a ciudadanos estadounidenses, los cuales en su mayoría explicaban que se sienten satisfechos plenamente si sus ingresos superan los 75, 000 dólares anuales, el equipo subrayó en que la pobreza no sólo vuelve insatisfecha a la gente sino también infeliz.

Esto me lleva a pensar en cada comienzo de año donde los diarios tienen notas en grande con todos los aumentos, aumento en el pasaje, en las tortillas, huevo, verduras... en fin la lista es larga y largas las filas en casas de préstamo, pero es muy triste ver los rostros de personas preocupadas, acongojadas, frustradas e infelices por no tener el recurso que suplirá sus necesidades,  todos hemos pasado situaciones semejantes pero en lo personal yo he aprendido que como hija de Dios debo confiar y esperar, porque mi Padre Celestial me suplirá todo en el momento que se requiera.

Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir

Probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.

Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos. 

Si bien más dinero satisface más a las personas, pero no las vuelve automaticamente más felices, porque la necesidad primordial del ser humano no se encuentra en sus bolsillos sino en lo profundo de su ser, en lo mas recóndito de su corazón, necesita un Salvador, Sustentador y Señor y eso lo encuentra solamente en Cristo, hay un himno que dice:

El mundo me ofrece la fama y el placer
me dice: ven conmigo, yo te haré Feliz.
Mas cuando le pregunto
por cuánto ha de durara,
Me dice: Eso  no puedo a nadie asegurar.
Entonces le contesto: Si eso dices tú,
prefiero ser de Cristo por la eternidad.

Un excelente trabajo, un buen sueldo, una casa hermosa, un automovil del año, un colegio de prestigio pueden ser sueños alcanzados, pero no deben ser base de felicidad porque nadie te garantiza lo que durara, mas cuando tu todo lo tienes en Cristo eso si que durara por toda una eternidad.
Bendiciones!